Destino turístico “seguro”: Huasco fusiona patrimonio diaguita, agricultura y tradiciones olivícolas

Llega septiembre en nuestro país y en medio de la pandemia sus regiones comienzan a buscar distintas alternativas para que el turismo retome su importancia dinamizando la actividad económica en cada territorio.  De a poco comienzan a tomar fuerza  los destinos turísticos “seguros” por sus todavía bajos contagios por Covid-19 respecto a otras zonas, y el Valle de Huasco ubicado en la provincia del mismo nombre es un pulmón activo que está dando oxígeno al  turismo interno y el proveniente de otras regiones.   El Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP, está trabajando desde este segundo semestre de 2020 un conjunto de acciones y actividades junto a SERNATUR para desarrollar un destino seguro no sólo para su  gente sino además para quienes visitan la provincia de Huasco.

En particular las actividades conexas con la agricultura familiar en este oasis en la región de Atacama son relevantes  -a juicio de los entendidos- para crear una oferta al visitante ligada a la naturaleza en este territorio y a los inigualables contrastes que éste provoca al turista. Angélica Caballero unas de las beneficiadas de la asesoría en turismo de la localidad de Cerro Blanco en Alto del Carmen  comenta “estamos muy contentos de haber llegado a esta instancia ya que nos motiva mostrar nuestro terreno a la gente que visita el  Valle de Huasco.

Nosotros tenemos paltos y mangos en Cerro Blanco y la idea es poder invitar a los viajeros que vivan la experiencia de cosechar frutas con nosotros y poder llevarlos a ver pictografía que hay en el predio, que forman nuestro pasado indígena del valle. Valoro mucho que INDAP haya abierto una puerta para que podamos mostrar nuestros campos a la gente con salas de venta, que sin duda es una gran experiencia que se llevarán al venir a  nuestro territorio”. “Ha sido bastante esperanzador porque nos van ayudar a cumplir con todas las normativas de forma segura y poder seguir mostrando nuestros atractivos naturales y  ancestrales en el caso de la cultura diaguita. Además el turismo rural se está convirtiendo a raíz de esta pandemia en la forma natural de poder tener vacaciones seguras. Como Valle del Huasco tenemos una propuesta bastante interesante que no dice mucho con pernoctar o  comer al paso como es la forma tradicional, sino con un conjunto de experiencias con el turista para llevarlo a los predios para que conozca cómo sembramos cómo cosechamos y también participe de estas actividades”, señala Paula Carvajal en San Félix, Alto del Carmen. Gextur es una consultora que asesora a pequeños emprendedores agrícolas de la provincia. Su representante Alex Figueroa, señala al respecto “creo que el valle es un lugar interesante de visitar para aprender un poco más acerca de la vida que se desarrolla en la zona norte y la forma de vida de sus habitantes. Lo que más nos llamó la atención fue la calidad y diversidad de los cultivos, los cuales son parte de la experiencia del turista, permitiendo disfrutar la fruta de calidad, agroelaborados de la zona y preparaciones gastronómicas típicas del lugar. La existencia de cultura diaguita en la zona cordillerana de Alto del Carmen y la presencia de lugares históricos y culturales fortalecen la experiencia del destino”.   También el experto entrega diferentes tips que trabajan en la puesta en valor que fusiona elementos patrimoniales y culturales del valle de Huasco con la agricultura propia del valle en las cuatro comunas que lo componen:   Alto del Carmen. Lugar de gran atractivo paisajístico y cultural, que mezcla de manera interesante la historia del territorio, la forma de vida de sus habitantes a través de sus actividades productivas y la presencia de cultura Diaguita. El contraste de sus áridas montañas con los predios verdes y cultivados sorprenden a primera vista, sobre todo por la calidad de su producción y potencia alimentaria que posee, permitiendo acceder a frutos de excelente calidad, sobre todo para turistas de la zona sur con nulo acceso a este tipo de productos. En esta línea destacan las plantaciones de paltos, cítricos, frutales, viñas y producción de destilados.   Vallenar. Se destaca la elaboración de conservas y mermeladas artesanales y la crianza caprina para producción de leche y elaboración de manjar y quesos de cabra. Lo más llamativo del recorrido fue la forma de vida de quienes habitan en sector de El Carrizo y Quebrada de Camarones, quienes pese a no contar con infraestructura básica perseveran en su estilo, con escasez hídrica y energía eléctrica, manteniendo las tradiciones de vida de las familias a lo largo de los años.   

Freirina y Huasco. Cuenta con servicios turísticos, de soporte y comercio complementarios que faciliten el turismo por la zona. Su nivel de desarrollo, cercanía con el Parque Nacional Llanos de Challe y las diferentes playas locales, le entregan una ventaja comparativa respecto a las otras comunas del destino para la atracción de turistas. La alta presencia de olivos ha permitido el desarrollo de experiencias turísticas en función de las plantaciones y sus productos, poniendo en valor la producción agrícola a través de la oliva, aceitunas y el aceite.